Política y mierda

Sale a colación por comentarios del estilo de lo que dice el alcalde de Badajoz en el HOY: «un problema que se viene arrastrando desde hace años». Hay que tener poca vergüenza.

Porque no éste, sino muchísimos políticos esperan mucho más de lo lógico a darse cuenta de problemas cuya solución pasa por empezar a hacer una buena gestión o empezar a escuchar a los ciudadanos. Lamentablemente, parte del problema es esa desvinculación real entre el puesto político y la ciudadanía, momento en el cual se pierde el norte, el criterio y el sentido de la realidad.

La limpieza en Badajoz. Es gracioso. Ahora resulta que, de un tiempo a esta parte, los ciudadanos somos más guarros que años anteriores. No resulta que haya que provocar que se note más la mierda para proponer y hacer vital la privatización del sector. ¿Y qué pasará con el concejal de limpieza? ¿Seguirá siendo necesario?

«Llevamos años arrastrando ese problema». Si eso fuera verdad, cuando se arrastra algo, uno se cansa y busca una solución para dejar de arrastrarlo. No es ésa la realidad, señores, la realidad es que una mala planificación, un asentamiento de culos gordos en el Ayuntamiento provocan que el turista se vaya pensando que nuestra ciudad es una ciudad que no se ve debajo de la mierda y los graffitis y que el ciudadano que va a otra ciudad sienta envidia.

Ni que estuviéramos en una de las ciudades que menos impuestos pagan.

Que miren los comentarios del HOY y las cartas al director y verán qué sienten, qué opinan los ciudadanos.

La intencionalidad o el dolo en las acciones de determinados soluciones no puede servir de queja para un consistorio. Para eso está la policía local. Que persigan, multen, controlen y hagan cumplir las ordenanzas municipales de manera ecuánime y justa. Tal como debe ser.

Que tenemos parques que sirven de cagaderos de animales, que lo ven los policías y no hacen nada. Sí, eso es culpa del ciudadano. ¿O del que no hace cumplir la ley?

Es fácil echar tierra a los problemas o acusar a otros.

Sepa, Sr. Celdrán, que su trabajo no es encontrar culpables, sino soluciones.